El 28 de julio tuvo lugar el taller “Inteligencia Emocional como búsqueda del equilibrio” cuya convocatoria estuvo dirigida a estudiantes de educación superior que cursan tercer año en Fundación Puente.
Cada vez más va tomando importancia la salud mental de las personas, el hacer algo por ella y visibilizarla. Y uno de los aspectos que va de la mano con comenzar a cuidar de nuestra salud mental, es el desarrollo de una inteligencia emocional.
Goleman (1995) define la inteligencia emocional como : “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivar- nos y de manejar adecuada- mente las relaciones”. Para el desarrollo de una IE será básico comenzar por conocer y reconocer nuestras emociones, es por ello que la conexión con nosotros mismos es y será la génesis para obtener los resultados esperados.
El taller fue impartido por Claudia Rojas, quien cuenta con una vasta carrera profesional, actualmente se desenvuelve como Coach Neurolinguistica especialista en desarrollo humano, terapeuta de PNL e hipnosis para conectar con el bienestar mental y emocional, entre otros. En este encuentro se abordó la Inteligencia emocional como una búsqueda del equilibrio, es decir, con una mirada clara de que las emociones son una parte fundamental e inherente al ser humano, pero que es necesario educarlas y autoregularlas según los diversos contextos, a fin de mejorar nuestro ser interno y con ello nuestros resultados. Destacan las cinco habilidades, que según Daniel Goleman, son trascendentales para alcanzar una inteligencia emocional: Autoconciencia, autocontrol, automotivación, empatía y destreza social. Por otra parte se dieron a conocer técnicas concretas basadas en la Programación Neurolingüística, que contribuyen al desarrollo de cada una de las habilidades mencionadas.
El taller se ejecutó con una metodología participativa, donde se incluyeron entre otros, debates grupales, juegos de preguntas mediante el uso de plataformas de interacción digital, técnicas de respiración y conexión personal. Se propició un espacio de confianza donde los jóvenes asistentes mantuvieron una participación activa y comprometida durante todo su desarrollo, se les percibió muy interesad@s en poder integrar estos conocimientos y poder expandirlos a todas las áreas de su vida. Una de las becadas nos entregó su opinión: “ Me pareció muy bueno, entretenido y conciso, me gustó el tema porque son cosas que no se ven en el día a día, o están pero no se hablan muy a menudo, y siento que es necesario hablarlos, porque pasa que estamos más pendientes de los otros que de nosotros mismos, y de alguna forma estos tipos de talleres nos ayudan a poder encontrarnos con nosotros y poder trabajar nuestras falencias, porque para poder ayudar a otros tenemos que conocernos nosotros primero.”
Claudia Rojas, tallerista, también nos comentó sobre su experiencia: “Fue un bonito taller, los participantes estaban bien expectantes respecto de lo que íbamos a tratar, participaron un montón, con preguntas, con compartir experiencia. Fue una instancia de gran valor para ellos, por el feedback que me dieron, fue un gran aporte para lo que están viviendo en sus contextos personales, laborales, en sus estudios, etc. de hecho comentaron el hecho de ojalá seguir con este tipo de talleres ya que los ayuda a desarrollar otras habilidades, a darse un espacio para el autoconocimiento y para escucharse.”
En Fundación Puente ayudamos a jóvenes a lograr el sueño de ser profesionales a través de la entrega de apoyo económico, de acompañamiento personal y brindar mediante diversas instancias competencias de formación personal y académica. En Puente nos interesa aportar desde la mirada de la integralidad del ser humano, en esta ocasión nos enfocamos en la importancia de conocer, reconocer y aprender a gestionar emociones, aprendizaje que impacta el presente, pero también el mundo del futuro laboral.
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